Guardianes del Huaytapallana




LOS GUARDIANES DEL APU HUAYTAPALLANA

De los tajos que lanzan  hombres, vacíos y repetidos, una grieta nació.

Por más de 60 años una simiente  pidió florecer.
A  su lado una escolta cruda, a fuerza y con fe, le acompañarían

¿Hacia dónde partimos? – uno pregunto.  
El gran espíritu, no tuvo que buscar respuestas, lo sabía por 60 años.

En sus sueños, los hombres buscaban y buscaban, un pequeño objeto.
Que otro más  astuto y vil  supo convencer  de su perdida.

Estos hombres lloraban. Ríos  caudalosos y  violentos que gruñían a su paso

El gran impostor de la vida, les ofrecía  juguetes que calmaban su búsqueda,

Pero cuando los niños dormían, unas patas articuladas crecían de  sus vientres

Y los juguetes marchaban hacia un  agujero, ancho y fácil,  del olvido.

Y esa búsqueda era en  verdad,  infinita    y  muy lucrativa para el idolillo.

¡Tenemos que llegar-dijo entusiasmado- al corazón que no está corrido!

Con el corazón sabrán velar a su “mama pacha” y cuando sientan el peso del sol,

sabrán que no están solos, que nunca nadie está solo, y los falsos ídolos

se calcinaran con el  ardor de su resignación, frente a los guardianes del Huaytapallana.

CCR.